La coppa experimenta un proceso natural de curación-desecación de unos 5 meses y al corte se caracteriza por ser una pieza veteada de grasa intramuscular y sobre todo intermuscular con aspecto marmóreo. El característico tono rojo apagado, se tiñe de vetas de grasa dando lugar a un mayor protagonismo del blanco rosáceo que constituye una carne jugosa y de intenso aroma.